Hola caneros, soy Manu de Dalecan, y ya llegaron los Reyes Magos! Como Toby durante todo el año se ha portado muy bien, ha dejado de comerse las paredes, ya no se mea en el sofá, ni caza gatitos… Los Reyes Magos han hecho una visita a su casa para llevarle regalitos.
Lo malo es que como Toby no sabe escribir, la carta a los Reyes la ha escrito su propietario, y claro pasan estas cosas, que le han traído los 3 peores regalos que se le pueden hacer a un perro.
Si quieres ver cuáles son, sigue viendo el vídeo. Dale caña!
Pues a Toby en vez de juguetes, le hubiese hecho mucha más ilusión una plaga de ratones en la casa, en vez de carbón dulce una mierda bien apestosa para revolcarse en ella, y en vez de ir al mismo parque de siempre donde ya se conoce todos los olores, hubiese querido una excursión al campo donde encontrar un millón de olores de los que solo ha oído hablar en el parque.
Sin embargo, su propietario con toda la buena intención del mundo, pidió a los Reyes Magos los 3 peores regalos que se le pueden hacer a un perro. Que más que los Reyes, parece que haya ido a su casa Satanás.
- El lanzapelotas del infierno.
Este juguete consiste una máquina donde se mete una pelota que a los pocos segundos sale disparada a hacer puñetas por ahí bien lejos para que el perro vaya a por ella. Los propietarios con este juguete piensan que todas sus oraciones han sido escuchadas por la industria juguetera, por fin mi perro me dejará en paz y se pasará largas horas jugando solo como un loco, el único esfuerzo que tengo que hacer es cambiar las pilas del juguete cuando se agoten.
Esto que en un principio parece el juguete definitivo, realmente hace un destrozo brutal en la mente del perro, con este juego el perro se convierte en un adicto a algo tan mecanizado como pobre y reducido. Es simplemente meter la pelota dentro e ir a por ella. No existe ningún factor social en este juego. Con este juego los perros acaban como yonkis, con los nervios rotos y lejos de agotarlos, acaban sufriendo un estado de estrés y tensión que les impide volver a la calma.
Muchos perros adictos a este juego, ante la expectativa de que va a salir la pelota, ni siquiera aceptan comida. No quieren comer, ni relaciones sociales de ningún tipo, solo quieren la pelota.
2. El palo del Diablo
Volvemos a los lanzapelotas, pero este no es mecánico, si no manual. Consiste en un palo con el que podemos recoger las pelotas sin tener que agacharnos, nuestros riñones lo agradecerán y esa es la gran ventaja. La gran desventaja es que con este juguete se te puede salir un hombro, estaría bien para el perro de Roger Federer, pero no para un propietario normal.
Recuerdo a una chica que jugaba en un parque con su perro lanzándole pelotas con este juguete. Estuve un rato observándola y la pelota iba en cualquier dirección, a veces la lanzaba directamente contra el suelo, en otra ocasión le golpeó con la pelota en la espalda a un tipo que paseaba por allí, y en otro lanzamiento le pasó la pelota a otro silbando por la cara, se libró de un pelotazo por milímetros. El perro se quedaba sorprendido, se preguntaba: Está jugando conmigo, o ajustando cuentas a los que pasean por el parque? Con este juguete vas acabar lesionado y lesionando a alguien.
3. El Kong
Sí, sí, el famoso Kong, te voy a decir porqué este juguete que revolucionó el mercado es lo peor que le puedes regalar a tu perro.
Empecemos por lo bueno. Reconozco que el Kong resulta divertido si lo usas para tirárselo como si fuera una pelota, ya que debido a su forma, da unos botes imprevisibles y esos movimientos erráticos motivan mucho al perro., y si encima lo rellenas con comida le motiva aún más.
Pero la mayoría de la gente usa el Kong para rellenarlo de comida que luego cuesta un huevo de sacar. Lo rellenan de pasta o queso, con trocitos de jamón, lo congelan y luego se lo dan a su perro para que se entretenga sacándolo de allí a golpes.
Pero tú sabes la frustración que le creas al perro que está lamiendo y tirando bocados pero que no consigue sacar la comida de ahí. Ponte en el lugar del perro, que estés intentando sacar algo de un sitio, y que no puedes, no puedes, no puedes y no puedes; te lo estás pasando bien o te rompe los nervios ese entretenimiento?
Yo sé de casos que está el perro con el Kong intentando sacar la comida, y ha llegado el propietario a quitárselo y le han tirado una dentellada, debido a la frustración y la mala leche que les está generando la dificultad de sacar la comida de ahí. Y si se lo pones fácil, es como ponérselo en su plato.
Además, pregúntale a tu veterinario cuántos trozos de Kong ha sacado ya de las tripas de los perros.
“Es un juego de inteligencia para perros” es el eslogan que con el que te venden el Kong. Vamos a ver, la inteligencia y proactividad la tendría que usar el perro si le pusiéramos un trozo de comida en algún lugar de difícil acceso y el perro tuviera que buscar la solución, -Pues voy a dar un rodeo por aquí a ver si la consigo, voy a dar el rodeo por otro lado… voy a subir aquí, a saltar allá… ¡ya lo conseguí!- ¿Pero el Kong qué le está enseñando al perro? Tú dale fuerte Toby, que a más bruto que seas y a más golpes que le des, más premios te va a soltar el cacharro ese. Toma el martillo Toby, y si no puedes, ahí tienes el taladro. Anda que está buscando una solución cognitiva el perro.
Así salen luego a la calle todos los perros, embrutecidos de estar todo el día pegando golpes al cacharro este.
Durante mi experiencia como adiestrador he visto infinidad de perros con la casa llena de juguetes: Grandes, pequeños, de caucho, de cuerda, que pitan, que se iluminan… de todos esos juguetes se aburre un perro. Y es que muchos propietarios no se dan cuenta de que el mejor juguete que pueden tener no se compra en ninguna tienda, el mejor juguete eres tú: Webón, que no te enteras. Lo mejor que le puede pasar a tu perro es jugar contigo a cosas de perros. Llévatelo por ahí a correr al campo, a que le dé el sol en vez de tenerlo siempre encerrado en casa.
Deja en los comentarios qué juguetes tiene tu perro, cuáles son sus favoritos, y si le han traído los Reyes alguno nuevo.
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