Durante estos días de confinamiento, muchos perros están prácticamente todo el día rodeados de toda su familia humana: El padre, la madre, el niño… el abuelo si no la ha palmado… por lo que en ningún momento el perro se siente desatendido, ni desprotegido.
Pero llegará el día en el que todo vuelva a la normalidad, y de la noche a la mañana, ese perro, aún más grave si un cachorro pasará de estar rodeado de gente a encontrarse completamente solo.
Hola caneros, soy Manu de Dalecan!
Y preparaos para lo que os viene, que eso sí que va a ser una pandemia a nivel mundial. Perros llorando y ladrando en las casas, mordiendo los muebles, rascando las paredes, comiéndose el sofá… Que no te pille por sorpresa el próximo problema conductual que sufrirán millones de perros en todo el mundo: La ansiedad por separación.
Así que en este vídeo vamos a ver qué es la ansiedad por separación, por qué se produce y qué puedes hacer para evitarla. Sigue viendo el vídeo. Dale caña!
La ansiedad por separación es la incapacidad que tiene un perro para quedarse tranquilamente solo en casa, o permanecer separado de su grupo social. Las consecuencias son: Lloros, aullidos, comportamientos destructivos, taquicardias, pis y caca por la casa… algunos perros ante la sola sospecha de que van a quedarse solos, ya comienzan a mostrar síntomas.
Para comprender cómo se genera este trastorno de conducta, vamos a ver 3 fases: Hiper apego, apego y afecto
Los cachorros al nacer y durante las dos primeras semanas de vida, debido a su dependencia tienen hiperapego a su madre. Podrían morir si se quedasen solos durante unas horas.
A partir de los 17-18 días de vida a los cachorros ya empiezan a salirle los dientes y a hacer daño a su madre cuando van a mamar. Ahí ya la madre le va diciendo que tengan cuidado y la dejen un poco en paz. Ese hiperapego se va moderando.
A partir de la 3ª semana de vida los cachorros comienzan a hacer sus cositas con autonomía y a llevar a cabo sus primeras exploraciones, siempre supervisadas por su madre.
A partir de la 4ª semana aprenden el lenguaje canino de su madre, a practicarlo con sus hermanitos y a sentirse identificado con los de su especie.
Por eso siempre es imprescindible que el cachorro permanezca con su madre y hermanitos hasta al menos los dos primeros meses de vida.
Como has visto, ese hiperapego de supervivencia se ha ido moderando hasta quedarse en apego. Sentimiento que deberá ir desvaneciéndose hasta transformarse finalmente en afecto hacia su grupo social en el que su familia humana estaría incluida.
Pero qué ocurre cuando esa transformación no se da?
Podría ser porque el cachorro fuera apartado de la madre y cayera bajo la tutela humana, no produciéndose ese progreso adecuadamente.
O bien que el cachorro hubiera estado con su madre hasta los dos meses, produciéndose saludablemente dicho desvanecimiento, pero una vez bajo la tutela humana, la transición del apego al afecto no se llevase a cabo, si no todo lo contrario, se diera una regresión a su fase neonatal de hiperapego. Y aquí tenemos un problema serio.
Las consecuencias son que el cachorro o incluso perro adulto que no haya superado estas fases, vuelve a su estado de total y absoluta dependencia.
Este vídeo que publiqué fue criticadísimo y hace una directa referencia a este problema. (Perrimami)
Hasta en un capítulo de los Simpsons hacían alusión a ello, indicando que esa dependencia no es algo bueno que se deba potenciar. (Episodio Simpson)
Sin embargo esa dependencia del perro cubre carencias emocionales del humano actual, por lo que es muy habitual encontrarse con este problema conductual canino.
Una vez que el perro vuelve a ese estado de hiperapego, es incapaz de quedarse solo tranquilamente, y es cuando se pone a llorar, ladrar, aullar, romper los muebles, el sofá, rascar la puerta y paredes… esto no lo hace porque se encuentre aburrido, un perro aburrido no llora todo el tiempo, jadea, ni sufre taquicardias; actúa así por miedo.
El perro piensa, o si no lo quieres llamar pensar porque lo consideres un proceso mental complejo inapropiado para su especie, diré para no desviar el debate, que el perro siente que va a morir si se queda solo. Se activa su instinto de supervivencia.
Una de las soluciones sería adaptarlo a un lugar adecuado donde se sintiera seguro y protegido en nuestra ausencia.
Durante los directos con Silvia, la habrás visto con su Dobermann Robin, pero también tiene un cachorrito llamado Marvel, aunque yo lo sigo llamando Marvelito, y dónde se encuentra que no lo ves nunca en vivo? Dentro de su transportín a veces en la furgoneta. Y está super agusto. Es el perro que más apartado está de los demás, para no crear ese apego insano que ningún beneficio le haría. Una vez que Marvelito haya madurado, será cuando podrá pasar más tiempo con el resto de su grupo social.
Si nosotros durante estos días no podemos salir a la calle y tenemos que estar encerrados en casa con nuestro perro o cachorro, para eso están los transportines, en los que previamente positivizados podremos dejar a nuestro perro apartado de nosotros durante unas horas. También podemos dejarlo en otro lugar apartado de la casa donde se encuentre agusto para que se acostumbre a estar solo, o no pierda esa costumbre. Aunque este trabajo no está excento de polémica debido a su mala praxis en el adiestramiento en positivo.
Los que hayáis tenido alguna experiencia con este diagnóstico: Ansiedad por separación y hayáis recurrido al adiestramiento en positivo para solucionarlo, habréis podido comprobar que es muy habitual presentar como solución mágica este trabajo de guardar al perro en el transportín.
Y esto está muy bien pero cuando ya digo, el perro previamente tiene bien positivizado el transportín, cuando no lo está, el sufrimiento del perro ahí encerrado es bárbaro. Por eso se ven tantos vídeos de perros encerrados en transportines que acaban rompiéndolos.
Pero esto es un recurso muy habitual y mal aplicado en el adiestramiento en positivo, ya que ni el propietario, ni el adiestrador llevan a cabo una acción directa sobre el perro. Porque en el adiestramiento en positivo no importa el sufrimiento del perro, lo importante es no mancharse las manos de sangre.
Por eso lo que siempre recomiendo es que el cachorro desde el primer día tenga bien positivizado su transportín y un buen lugar de descanso.
Que potenciemos su autonomía y capacidad exploratoria, para que no estén pendientes de nosotros en todo momento.
Hacer trabajos proactivos que le permitan encontrar soluciones de manera activa a conflictos en los momentos adecuados, algo que le dará confianza en sí mismo y no será un perro asustadizo.
Que aprendan a descansar en su lugar de descanso hasta un nuevo paseo o entrenamiento.
Y que el propietario marque una rutina para que el perro tenga claros los horarios y pueda gestionar mejor sus emociones.
Para seguir aprendiendo técnicas de modificación de conducta, trabajos con cachorros y crear una buena comunicación con el perro desde la obediencia básica,
Hola a todos. Estoy deseando que lleguen las 21:00 del viernes para que comience el seminario de modificación de conducta. Un saludo